Vistas de página en total

viernes, 5 de junio de 2009

bienvenido clementino




Un jueves de otoño caminaba distraída
cuando se cruzó en mi camino,
un pequeño, tímido y negro minino.
Andaba abandonado, con pulgas y mal comido.
Lo alcé de la calle y ahí no más
en mi hombro hizo un nido.
Fui a la veterinaria en busca de hogar,
pero tamaña ternura fue imposible abandonar.
Y por qué no unir nuestros destinos...
Y aunque siempre morí por los caninos
Lo traje a casa y lo nombré
Felino Clementino.
La primera noche improvisadora
Le armé una cama de trapos
Terror a la mañana pues no estaba allí.
Había dormido dentro de la lavadora.
Con paciencia le saqué las pulgas,
Me acostumbró a que todo lo hurga.
Lo acostumbré a que mis plantas
No lo purgan.
Me acostumbró a jugar a las escondidas
Y dudo, cuando lo veo en dos patas,
si es gato o suricato.
Pero, sin dudas, derrocha encanto.
Lo tientan las cornisas, los cables,
Y cuando toco la guitarra.
Ya no hay más intento de pésima rima,
Y aunque los primeros días
No fueron fáciles
Lo adoro. Y se queda conmigo
mi casa es tu casa
Felino Clementino.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

ay! què lindo poema para Clementino!
te escribo más por mail!
besotes
CRUZ

Anónimo dijo...

Clementino el felino...
tal como la novela de Valentino
el Argentino, fue levantado,
digo.. levantadino...

fer dijo...

qué gracioso
e ingenioso
comentarioso

Anónimo dijo...

soy un oso comentarioso,
que por curioso termine como moso...
solo sirvo queso mantecoso y aceitunas con carozos...

.coso.

fer dijo...

oso curioso, ¡qué jugarreta!
ojalá yo tuviera
tus dones de poeta