Vistas de página en total

viernes, 5 de junio de 2009

bienvenido clementino




Un jueves de otoño caminaba distraída
cuando se cruzó en mi camino,
un pequeño, tímido y negro minino.
Andaba abandonado, con pulgas y mal comido.
Lo alcé de la calle y ahí no más
en mi hombro hizo un nido.
Fui a la veterinaria en busca de hogar,
pero tamaña ternura fue imposible abandonar.
Y por qué no unir nuestros destinos...
Y aunque siempre morí por los caninos
Lo traje a casa y lo nombré
Felino Clementino.
La primera noche improvisadora
Le armé una cama de trapos
Terror a la mañana pues no estaba allí.
Había dormido dentro de la lavadora.
Con paciencia le saqué las pulgas,
Me acostumbró a que todo lo hurga.
Lo acostumbré a que mis plantas
No lo purgan.
Me acostumbró a jugar a las escondidas
Y dudo, cuando lo veo en dos patas,
si es gato o suricato.
Pero, sin dudas, derrocha encanto.
Lo tientan las cornisas, los cables,
Y cuando toco la guitarra.
Ya no hay más intento de pésima rima,
Y aunque los primeros días
No fueron fáciles
Lo adoro. Y se queda conmigo
mi casa es tu casa
Felino Clementino.